La Serranía de Cuenca se extiende por la parte nororiental de la provincia y ofrece uno de los paisajes mas sugerente. El agua, simbolizada en el Júcar, pero en absoluto limitada a el, adquiere aquí particular importancia, ya sea como fuente de ríos en sus cerros, junto al Cuervo nacen tambien el Jucar y el Cabriel, o por el simple discurrir de los mismos formando feraces valles. En esta comarca se encuentran los picos mas elevados, La Mogorrita y el cerro de San Felipe, de toda la provincia; junto a ellos, en decidido contraste, las profundas hoces o gargantas que, a tramos, forman los ríos, configurando parajes de gran espectacularidad, con nombres tan explícitos como Tragavivos o Fin del Mundo.
La vegetación serrana esta compuesta fundamentalmente por encinar,sabinar y sobre todo extensisimos pinares con abundancia de pinos negrales y silvestres. La Naturaleza es el mayor atractivo de esta zona, verdadero oasis en medio de las más duras tierras de La Alcarria y La Mancha conquenses. Su capital ofrece el contrapunto necesario: un logrado equilibrio entre el paisaje y los monumentos. Para ello hay que recorrerla, escudriñarla, dejarse seducir por las sorpresas que a cada paso depara.